Después de 14 años dedicados a la importación y comercialización de plantas tropicales en centro América y Sudamérica en los años 80 y principio de los 90, decidimos en el año 95 dar el paso al mundo de la cosmética natural.
La palabra OMAMORI, hace referencia a un amuleto, un talismán muy popular en Japón, que tiene fama de proteger y traer buena suerte a los que lo llevan.
A partir de ese concepto, hemos viajado a diferentes partes del mundo rescatando antiguas tradiciones, rituales y secretos de belleza de culturas muy diversas con la convicción de que si éstas prácticas han sido utilizadas durante tiempos inmemorables por las poblaciones autóctonas, daban credibilidad a la efectividad de las mismas.
Por aquellos años, el concepto de cosmética natural era todavía casi desconocido, casualmente en un viaje a Marruecos el año 98, tuvimos la suerte de conocer a un señor Berber en la zona de Salé, el cuál nos introdujo en el mundo de los rituales de belleza de aquel país; captó nuestra atención cuando nos habló de un árbol maravilloso llamado “Argán”, del cual se extraía un aceite milagroso y que en aquel momento era desconocido en Europa con el tiempo llegaría a convertirse en un fenómeno mundial.
Desde entonces, buscamos principios activos de cualquier rincón del mundo, adaptándolos a los criterios de calidad y normativa europea para poder ofrecerlos tanto a profesionales como a particulares.
A continuación les invitamos a este viaje en el mapa y en el tiempo a través de estas prácticas naturales adaptadas al mundo actual.